Estos días de anticlón, notamos más la contaminación de Barcelona porque queda estancada. Se supera la media obligatoria de la Unión Europea. El problema no es la situación atmosférica sino los agentes que contaminan, especialmente, el tráfico de coches.
En el gráfico se observa que las mayores emisiones de dióxido de nitrógeno se producen a las horas punta de tráfico de entrada y salida de trabajo.
Transporte público: una solución.
Entre las muchas medidas que han de tomarse para que juntas sumen y se reduzca la contaminación, destacamos FAVORECER EL TRANSPORTE PÚBLICO. La L9 y L10 del metro deben continuar. Hoy más que nunca frenar la construcción del metro es una irresposabilidad mayúscula, sólo comparable a la intención de abrir un nuevo túnel en Vallvidrera, que comportaría un mayor tráfico.
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